jueves, 21 de abril de 2011

Reportaje: Sueños de Autonomía de los Caribeños de Nicaragua

    EL SUEÑO DE  AUTONOMIA DE LOS CARIBEÑOS DE NICARAGUA
La recuperación de su historia, revitalización de su cultura, el manejo de sus recursos, su identidad y autoestima que habían perdido los caribeños cuando les  fue arrebatada brutalmente su autonomía en 1894 ha sido una autentica, genuina y legítima aspiración de los pueblos indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribeña de Nicaragua. La mayor parte de los mestizos nacidos, criados o desarrollados después de 1894 en el ambiente costeño y que se consideran costeños/as también pregonaron e hicieron suya la aspiración autonómica.

En la década de los ochenta la aspiración histórica se materializó en la Constitución Política y una ley especifica (Ley # 28) En la década de los noventa se inició la implementación de dicha ley a través de la elección de los primeros dos Gobiernos Regionales Autónomos del siglo XX para conducir el proceso de implementación.

En el siglo XXI continúa vigente el régimen autonómico establecido en la Constitución, pero no se ha consolidado, más bien se ha visto amenazado. La última evaluación formal del proceso realizado en el año 2004 por líderes de ambas regiones autónomas conducidos metodológicamente  por las dos universidades de la Costa Caribe en el cuarto simposio evaluativo de la autonomía reveló que se había logrado implementar un máximo de 15 % de lo establecido en la ley, su reglamento y otras leyes complementarias.

Aún cuando se valoran avances que son productos directos e indirectos de la autonomía costeña, como lo son la institucionalización teórica de  la democracia étnica, la elección de algunas autoridades propias, la creación de las universidades y otras instituciones regionales exitosas; los habitantes de la costa caribeña  valoran que la autonomía que  aspiran ejercer los costeños/as no ha podido ser.

En las discusiones sobre la situación se ha invertido tiempo en identificar los problemas y los culpables y/o  en señalar los efectos negativos de las acciones y omisiones de los culpables, pero no se habían identificado los ejes fundamentales alrededor de los cuales se generan los problemas, tampoco se formuló una estrategia para mejorar el nivel de ejecución hasta el año 2007.

El presente reportaje revela los elementos problemáticos que lideres costeños consideran ejes que han limitado el desarrollo de la autonomía costeña. Dichos líderes encabezaron en el año 2007 la elaboración de una estrategia de desarrollo para la Costa Caribe que está siendo implementada en ambas regiones autónomas del país, para hacer de la autonomía una realidad implementada en el 100 % de su alcance.   

El planteamiento parte de tres ejes principales que limitan el desarrollo de la autonomía costeña. Dichos ejes problemáticos no han sido abordados con suficiente profundidad, objetividad y madurez por parte de los que discuten los temas de la autonomía costeña en los foros, talleres o simposios multiculturales y se  valoraban como tan delicados que su discusión abierta podría complejizar la situación. Sin embargo, en círculos pequeños de conversaciones en comunidades, barrios y grupos no formales, se abordan esos  ejes sin ayuda para encausar la discusión hacia la búsqueda de soluciones.


El primer eje problemático tiene que ver con el tipo de Autonomía que se logró (indígena? o  intercultural ? ) y el diseño que se estableció para elegir la representación de los grupos socioculturales (por etnia? o por territorio?)

Desde que inició la discusión para restablecer la autonomía costeña, en los años ochenta, había diferentes visiones sobre cómo debía ser dicha autonomía. Ya para 1985 después de mucho esfuerzo para consensuar las ideas  habían dos propuestas escritas sobre la mesa: Una “Autonomía Intercultural” publicada por la Comisión de Autonomía y avalada por el gobierno sandinista en el mes de junio y otra propuesta de “Autonomía Indígena” publicada por MISURASATA en el mes de septiembre del mismo año.

La ley que al final aprobó la Asamblea Nacional en 1987 fue la propuesta de Autonomía Intercultural, cuyo principio fundamental es la unidad en la diversidad y que se basa en la absoluta igualdad de derechos y deberes de los grupos socioculturales de la Costa Caribe, independientemente de su número o nivel de desarrollo y establece la participación de todos los grupos socioculturales en la Junta Directiva del Consejo Regional (máximo órgano de administración gubernamental en las regiones autónomas)

El Estatuto de Autonomía fue reconocido por propios y extraños como un instrumento de  solución autentica y genuina de los problemas históricos de los pueblos indígenas, afrodescendientes y mestizos del Caribe de Nicaragua; sin embargo, en el fondo, no todos los grupos socioculturales aspiraban a la Unidad e Igualdad de derechos.

Para los pueblos ulwas, garífunas y ramas del Caribe, la ley de Autonomía les daba la posibilidad real por primera vez en la historia de entrar en los círculos del Poder y las decisiones. Muchos mískitos consideran que la Autonomía tenía que devolverles la hegemonía que habían ejercido en los siglos XVII, XVIII y XIX.

Muchos mestizos consideran que la Autonomía les arrebata la hegemonía que habían ejercido a partir de la anexión de La Mosquitia a Nicaragua en 1894… que dicha hegemonía se regresaba a los indígenas y negros y que eran estos los únicos que resultarían gananciosos con la autonomía (los liberales y conservadores del Pacifico mantienen que  la autonomía es un error que pone la mitad del territorio nacional en manos de indios y negros incivilizados)

El primer paso para la implementación y ejercicio efectivo de los derechos de autonomía tenía que ser la elección de los  Gobiernos Regionales Autónomos y eso se hizo el 25 de Febrero de 1990, lo cual llevó a que desde el 4 de Mayo de ese año, se instalaran los electos Consejos Regionales como máximo órgano de la administración gubernamental regional, cuyos miembros asumieron el compromiso y responsabilidad de conducir la región por el camino autonómico. Sin embargo las diferencias no se han superado, más bien se profundizaron.

Aunque el principio fundamental de la autonomía intercultural es la unidad e igualdad en la diversidad y aun cuando la propia ley de autonomía establece que todos los grupos étnicos tienen iguales derechos independientemente de su número o nivel de desarrollo, al conformar los Consejos Regionales en base a la actual Ley Electoral, uno de los efectos ha sido que en prácticamente las 15 circunscripciones de ambas regiones autónomas es el grupo étnico nacional (mestizos) el que decide incluso cual candidato ulwa, rama, garífuna, creole  o mískito llega al Consejo Regional.

Dicho grupo étnico nacional (mestizo) constituye la mayoría absoluta de ambos Consejos Regionales y los grupos étnicos regionales, que son la razón de ser de la autonomía y cuya cultura se pretende preservar, van teniendo una representación tan pequeña, que tiende a ser simbólica. Las decisiones van quedando totalmente en las manos de un grupo socio- cultural que ejerce hegemonía numérica, política y cultural sobre  todos los otros  grupos étnicos regionales, lo cual está alejado de la Interculturalidad, a tal grado, que en ambos Consejos Regionales los documentos que se manejan están solamente en español.

En los Consejos regionales el español es  prácticamente el único idioma que se utiliza en tan importante órgano de la autonomía regional. La hegemonía numérica absoluta de los mestizos en los Consejos Regionales se refleja en los siguientes cuadros: 


  REPRESENTACION ETNICA EN EL CONSEJO REGIONAL DE LA RAAS

ETNIA
2006
2010

No. de Concejales

%

No. de Concejales

%

Mestizos

27

57.4

28

59

Creoles

7

14.8

9

19.1

Mískitus

5

10.6

3

6.4

Garífunas

3

6.4

2

4.3

        Ulwas

3

6.4

3

6.4

Ramas

2

4.3

2

4.3

TOTAL

47

100%

47

100%
Fuente: Informe anual de CEDEHCA 2010

.

En la Región Autónoma del Atlántico Norte también se presentan similitudes con los creole en el Municipio de Puerto Cabezas, quienes deben ser elegidos por mestizos y mískitos y ésta situación se repite con los sumu- mayagnas en los municipios de Siuna y Rosita,  donde vota una mayoría abrumadora de mestizos, ocasionando cada vez menos posibilidades a esta etnia y otras minoritarias a decidir sobre sus representantes o para optar a cargos de elección popular.  El siguiente cuadro ilustra lo antes descrito:




REPRESENTACION ETNICA DEL CONSEJO REGIONAL (RAAN)

ETNIA

2006
2010
No. de Concejales
%

No. de Concejales

%

MESTIZA

23

47.93

27

56.26

KREOLE

2

4.16

1

2.08

MISKITO

21

43.75

18

37.50

SUMU - MAYAGNA

2

4.16

2

4.16

TOTAL

48

100%

48

100%
Fuente: Informe anual de CEDEHCA 2010

Con relación a la primera problemática, relativa al tipo de autonomía y sus efectos, relativo también al diseño que se estableció para elegir la representación de los grupos socioculturales…, los mískitos representados básicamente por YATAMA con Broklyn Rivera al frente, firmaron el 2001 un acuerdo con el entonces candidato y después Presidente de la República Ingeniero Enrique Bolaños en donde se establece una reforma a la Ley Electoral para asegurar la participación prioritaria de los partidos locales en las elecciones regionales, incluso proponen en el mismo acuerdo la creación de un “Fondo de Desarrollo Indígena” la incorporación de excombatientes de YATAMA en las estructuras del ejército y la policía y la promoción del empoderamiento de las mujeres indígenas(Editorial Wani # 21, año  2001 ) De la propuesta formulada se entiende que YATAMA  nunca estuvo conforme con la representación indígena en la película autonómica.

Los creoles y garífunas también a través de la Nicaragua Black Association for Autonomy firmaron acuerdos con el entonces candidato a la Presidencia de la República Daniel Ortega en donde propusieron cambios a la Ley Electoral que luego detallaron  en una propuesta que  fue formalizada y sometida a consulta facilitada por CEDEHCA. La propuesta está dirigida a lograr un mejor balance numérico en el Consejo Regional entre todos los grupos étnicos que habitan las dos regiones autónomas. La lectura de la propuesta indica que obviamente los negros no están conformes con lo que ha resultado de la forma actual de elegir a los integrantes de los Consejos Regionales (Agenda de reivindicaciones y aspiraciones para las comunidades  de la RAAS,  agosto 2001)

Los mestizos en la Costa Caribeña históricamente se representan políticamente a través de los partidos políticos nacionales. En dichos partidos políticos los militantes y dirigentes en su inmensa mayoría son mestizos.  No se conoce de ninguna propuesta formulada por ningun grupo de mestizos con relación al tipo de autonomía que se está implementando o con relación a la representación de los distintos grupos socioculturales en los Consejos Regionales. Aunque las propuestas de los negros en principio es comprendida por todas las etnias,  incluyendo los mestizos aparentemente esto no es una preocupación de los mestizos en general.

Está claramente reflejado que en la Costa Caribe los mestizos tienen una preferencia claramente marcada por los partidos nacionales liberales y neoliberales cuyas prédicas adversan la autonomía. Los partidos políticos que han mantenido sus prédicas constantes e invariables a favor de la Autonomía son el FSLN y YATAMA. Se puede notar que por éstos partidos políticos han votado durante los últimos años los mískitos, sumos, garífunas, ramas y creoles en la RAAS y en la RAAN(Río Coco y toda la zona costera del Caribe nicaragüense)  En cambio en los territorios mestizos se puede ver como la tendencia es clara y constante a votar por los partidos que se oponen abiertamente a la autonomía (Siuna, La Cruz, El Tortuguero, Kukra River, Punta Gorda, y lo que los liberales llaman Zelaya Central)

El segundo eje problemático tiene que ver con la falta de voluntad política que tuvieron los Gobiernos Nacionales de permitir que la  autonomía sea una realidad. Los gobiernos centrales por naturaleza se oponen a los procesos de autonomía. En Nicaragua existieron motivaciones económicas, políticas y socioculturales de los gobiernos centrales liberales y neoliberales  en contra de lo que pudiera significar un autogobierno costeño exitoso. Los ideólogos neoliberales se refieren a la autonomía como una idea trasnochada, salida de una  manga de  camisa, y estaban empecinados en demostrar que no funciona, que es una pésima idea y que la creación de una nueva mayoría para opacar a las etnias regionales es lo adecuado.

El ideólogo liberal René Herrera decía “Hemos hecho muchas cosas incorrectas, como es tratar de creer que la autonomía era el camino correcto” “Caímos en juegos teóricos del extranjero como la idea de las autonomías”

Como motivación económica debo mencionar que la costa caribeña  es por naturaleza la más rica del territorio nacional, lo cual siempre le ha quitado el sueño a los gobernantes del país. Debido que la situación  de riqueza  del Caribe nicaragüense en cuanto a recursos pesqueros, forestales, mineros, paisajísticos, agua, hidrocarburos, geográficos y otros es tan conocida y aceptada por todos sin objeción, no hace falta argumentarlo ni demostrarlo, simplemente mencionar que es en las posibilidades de aprovechamiento (racional o irracional) de dichas riquezas naturales que más han manifestado su interés los gobiernos centrales del país.

Siempre han visto las riquezas de la Costa Caribeña como botín o en el mejor de los casos como recurso para llevar bienestar al resto del país en una lógica donde argumentan que  "tantos" recursos naturales en manos de los costeños podría ponerlos en una situación de óptimo bienestar con relación a otras regiones del país.

Después de la anexión por la vía militar el primer día después de haberse instalado en Bluefields el coronel Francisco Torres, escribe al Presidente de Nicaragua  general Zelaya diciéndo:

Debemos felicitarnos y felicitar a nuestra patria, pues hemos reintegradole la parte más rica de su territorio con cuyos productos podrá ella atender cómodamente a todos sus gastos y acumular fondos para promover toda clase de adelantos”

El 20 de febrero de 1894 ocho días después de la anexión por la vía militar el General Rigoberto Cabezas escribió al Presidente de Nicaragua General Zelaya lo siguiente:

En vista de lo que es este territorio, de la riqueza que esto promete, de los edificios públicos que estamos ocupando, de la renta que se puede organizar y del prestigio político que esto da al partido liberal, cada vez me siento más poseído de la convicción de que al aprovechar el momento oportuno, se ha hecho lo mejor que se podía hacer”

Como motivación  política destaca que los partidos políticos  que ostentaron el poder  a partir de 1990 consideran que el reconocimiento de los derechos de autonomía a los pueblos de la costa caribeña es uno de los  graves errores del gobierno sandinista. Cuando se estaba discutiendo la Autonomía en los años ochenta los partidos tradicionales siempre afirmaron que era un error.

Los liberales y neoliberales de Nicaragua no pueden estar de acuerdo con la autonomía porque va en contra de su voluntad histórica. Fue el gobierno liberal que arrebató violentamente la autonomía de los caribeños por la vía de las armas. Si la autonomía resultara exitosa, significaría que los liberales están equivocados cuando  sostienen que no sirve o cuando utilizaron la fuerza de las armas para arrebatarlo en 1894 y cuando se han opuesto a ella durante su historia pasada y presente. Eso sería como tragarse sus palabras, aceptar su error, retroceder en su posición que ha sido de asimilar (opacar, colonizar, minimizar) a los costeños.

Cuando René Herrera era Secretario Nacional del PLC decía: “Van las carreteras y va a ir masivamente la población del Pacifico y esa va a ser la solución, no la de la propuesta política legislativa o gubernamental”

Como motivación sociocultural debo de mencionar que desde la época de la colonia y guerras entre España e Inglaterra los pueblos de ambas costas fueron inducidos por dichos colonialistas a considerarse enemigos. Cuando dos pueblos vecinos se consideran enemigos se puede decir que su situación es indeseable, pero cuando uno de dichos enemigos conquista el territorio del otro por la vía de las armas, lo normal  ha sido que el conquistador trate al otro como colonia y a sus habitantes en el mejor de los casos como ciudadanos de segunda categoría.

Ese es el caso de los caribeños de la antigua Mosquitia que fueron conquistados por el gobierno de Nicaragua con el apoyo de las tropas norteamericanas. La historia revela que durante el período de la anexión forzosa el gobierno siempre se refirió a los costeños como "enemigos" o “turbas enemigas”  Después de la anexión se mantuvo el mismo trato. El territorio caribeño comenzó a ser tratado como colonia conquistada y sus habitantes  como enemigos vencidos.

Desde la época de la anexión el plan del Presidente de Nicaragua, el General Zelaya era tomarse Bluefields, dividir a la población, desacreditar a los negros que eran la mayoría de pobladores de dicho territorio, tratar de engañar a los mískitos para lograr que  miraran en las tropas nicaragüenses a sus libertadores que venían a salvarlos  de los negros  “extranjeros” que tenían demasiado bienestar en dicha ciudad. Una carta del general  Zelaya dirigida al general  Rigoberto Cabezas el 30 de enero de 1894 (once días antes de la invasión armada) dice textualmente:

Tengo suficiente confianza en su actividad e inteligencia para que puedan, con todo el tino debido, darle el curso conveniente al asunto de la anexión, de modo que no se aperciban de nuestras intenciones ni infundir sospechas. También me parece conveniente explotar en los negros todo aquello que pueda prestarnos oportuna coyuntura para lograr nuestro objeto”

Los indígenas y negros de la costa, nunca fueron vistos con agrado por los gobiernos nacionales liberales y neoliberales, tampoco ven con agrado a los mestizos que se identifican con los intereses de los indígenas y negros; dichos costeños por lo tanto sufren discriminación. La situación se evidencia con revisar la cúpula  de todos los Poderes del Estado, de los cuales estaban totalmente excluidos los costeños hasta que Daniel Ortega llegó al poder e incorporó caribeños de todas las etnias al ejecutivo nacional.


Desde que se estableció la ley de autonomía los gobierno centrales no hacían nada para que los cuadros de su aparato gubernamental conocieran, aprendieran o se interesasen por entender la autonomía caribeña, razón por la cual su marco de referencia con relación a la región, estuvo determinado por visiones etnocéntricas del Estado unitario y centralista.  En las acciones, planes y discursos, de los miembros del aparato central del Estado, los pueblos indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe  no entraron dentro de su jerarquía de preocupaciones y propósitos de gobierno y vieron la autonomía como otra engorrosa "herencia" del sandinismo que debían desaparecer y sobre lo cual escribieron varias propuestas.

Aun cuando dentro del contexto de la autonomía regional se han logrado avances como la aprobación de la ley # 445 el Gobierno Central se  aseguró de no permitir la  ejecución  en las  partes medulares de la misma (demarcación de las tierras comunales) y se negó a destinar presupuesto para tal fin. El gobierno no se oponía a que sucedan buenas cosas en La Costa, pero trataba de asegurar que cualquier  buena obra fuera ejecutada por el Gobierno Central precisamente ese era su mensaje: Los Costeños no pueden, no tienen capacidad (por eso no están en el Gabinete y los Poderes del Estado) Por tanto, si quieren progreso y bienestar  deben de olvidarse de la autonomía y dejar que el Gobierno Central que es la única con la capacidad, les conduzca a esa meta.

Los partidos políticos que  gobernaron la nación a partir de 1990 hasta el 2006  procuraron que los nicaragüenses se convenzan que la autonomía no es una buena solución y  aseguraron que sus correligionarios que menos demandan autonomía sean los que ocupen las candidaturas a cargos en los  Consejos Regionales. Además no se conoce de eventos de capacitaciones promovidas por los partidos políticos nacionales sobre temas autonómicos a sus partidarios en el ámbito nacional, mucho menos a sus partidarios en las regiones autónomas.


El tercer eje problemático tiene que ver con la poca beligerancia de las comunidades costeñas.
Los costeños contamos con un marco legal fuerte y favorable para nuestra democratización que se llama autonomía y no lo tienen otras regiones en Latino América. Pero la sociedad costeña aunque es intelectualmente fuerte, se presentaba como organizativamente débil, sin liderazgo fuerte, sin personal institucional que aglutine y movilice a la población en función de lograr la implementación de la autonomia. Los problemas de la región se identifican y discuten a profundidad, pero en grupos aislados, no hay redes, ni coaliciones, no había una convocatoria aglutinante, por tanto no hay ejercicio de ciudadanía activa ni se hacía incidencia con suficiente fuerza para lograr la gobernabilidad y el desarrollo. Ni estrategia se tenía.

Es necesario en este punto recordar que a través de la historia de La Costa relacionada con Nicaragua, cuando la gente de la parte caribeña, especialmente los negros, se han levantado para demandar masivamente lo que han considerado sus derechos, han sido reprimidos, encarcelados y expulsados del terruño. El pueblo podría recordar cómo desde 1894  personas del Pacífico que ni tenían idea de lo que era nuestra región, expulsaron no solamente de La Costa, sino de Nicaragua a costeños, los cuales al menos en la mente y corazón de los nativos lo único que habían hecho durante toda su vida era educar, evangelizar y enseñar a los costeños a ganarse la vida honestamente.

Pero las experiencias extremadamente negativas con relación al gobierno de Nicaragua de los costeños participantes en organizaciones y movimientos políticos a favor de la autonomía  son desde 1874 cuando el Señor  William Henry Clarence en su calidad de jefe del gobierno autónomo  pronunció su discurso de toma de posesión con cuyo contenido  no estaba de acuerdo el gobierno de Nicaragua.  

Las experiencias negativas a partir del  año de la anexión en contra de la voluntad de los costeños, son incontables, por lo tanto como evidencia solamente se menciona el caso del Sr. James Cuthbert para ayudar a que se entienda la razón por la cual las madres y padres de familia de los costeños especialmente los negros han insistido tanto en rogarle a sus hijos e hijas que no se involucren en asuntos políticos. La narración es sacada del libro  “La Mosquitia” del misionero alemán  Hermann Gustav Schneider:

James Cuthbert era un negro que nació en 1825 en Jamaica pero  se vino a vivir y trabajar legalmente a La Mosquitia desde 1853 con la Iglesia Morava y con el gobierno del Estado de La Mosquitia.  En el año 1857 se casó en Pearl Lagoon, donde construyó su hogar con la Señora Jane Taylor hija de la partera, curandera  mas popular de Pearl Lagoon. En 1858 pasó a dirigir la construcción del conocido y elegante palacio del rey  Jorge, un edificio de dos pisos  ubicado en el barrio Cotton Tree,  donde hoy está instalada la oficina del jefe de la Policía Regional (frente a  las oficinas de las Naciones Unidas)

En 1861 fue elegido por la representación del pueblo para formar parte del Consejo General, luego funcionó como oficial del juzgado, también funcionó  más adelante como ministro del exterior. “Cuthbert era una persona excepcionalmente facultada, casi genial, además sentía la necesidad incansable de trabajar siempre  en su educación, leía muchos libros de contenido general, como también obras de contenido científico. Así por ejemplo estudiaba fervientemente la legislación inglesa y las publicaciones de los juristas ingleses, poseía una oratoria y decisión impresionante”

Durante conversaciones políticas con los representantes diplomáticos de Inglaterra y de los Estados Unidos causaba admiración casi envidiosa en ellos y como juez superior o legislador gozaba de la admiración sincera de sus compatriotas de La Mosquitia. Distintos funcionarios nicaragüenses trataban de lograr que Cuthbert  trabajara en el convencimiento de los líderes para renunciar a su autogobierno y pasar bajo la administración del  gobierno de Nicaragua   “Se hubiera convertido en un hombre muy rico si hubiera puesto en peligro la independencia política de La Mosquitia; pero los consejos que  llevaban a este fin los rechazaba enérgicamente con la explicación de que no quería dejar a sus hijos un nombre que al pronunciarlo tuvieran que avergonzarse. Desde entonces su vida se veía amenazada”

Cuando se llevó a cabo la invasión de La Mosquitia por parte de Nicaragua en 1894 se destruyó la obra a la cual Cuthbert había dedicado sus mejores años y todas sus fuerzas y se retiró tranquilo a su lugar de residencia  con su familia en Pearl Lagoon, con la conciencia limpia por haber cumplido honradamente su deber.

Los oficiales de Rigoberto Cabezas “lo trataron en un principio con mucho respeto para que se sintiera seguro. Luego sin embargo el anciano de 70 años fue arrestado de pronto una mañana mientras su esposa y cinco hijos mayores se encontraban en la misa dominical y sus tres nietos adultos también estaban ausentes. Primero fue llevado a Grey Town, luego a Managua y de allí fue condenado a la deportación y entregado a los oficiales ingleses para que lo trasladaran a Jamaica en donde murió el 13 de abril  de 1895Cuthbert tenía más de 40 años de residir y trabajar honestamente con la Iglesia Morava y como funcionario del gobierno de La Mosquitia, estaba casado en Pearl Lagoon, sus hijos y nietos habían nacido y crecido en Pearl Lagoon,  sin embargo al igual que muchos otros fue acusado de ser Jamaicano, fue expulsado por Rigoberto Cabezas que actuaba como dueño del territorio. Vale decir que el último jefe de gobierno de La Mosquitia el indígena Robert Henry Clarence también murió exiliado en Jamaica


Los indígenas y especialmente los negros, a partir de 1894 aparte de pequeñas excepciones desistieron de participar en movimientos cívicos para demandar derechos, esto se convirtió en parte de la enseñanza que los padres y madres  fueron trasmitiendo a sus descendientes. Después del triunfo de la revolución popular sandinista,  es a partir de 1980 que estos grupos se lanzan nuevamente a las calles en el norte y en el sur para demandar lo que consideran sus derechos, lo cual al igual que en 1894 fue acompañado de expulsiones, encarcelamientos, vejámenes, guerra y algunas amargas lecciones aprendidas.

A partir de  1926 la población costeña comenzó un nuevo proceso de reorganización y lucha por recuperar su autonomía y status autonómico incluso buscaron el apoyo del gobierno de los Estados Unidos lo cual no lograron,  formaron lo que se conoció como Liga Patriótica Indígena Mískita, también los creoles organizaron varios movimiento que tuvieron destacadas actuaciones bajo los liderazgos de  George Montgomery Hodgson, George Albert Hodgson y  Horatio Hodgson Wilson.  La población costeña prácticamente no conoce de experiencias políticas  positivas resultantes de la organización de la sociedad.

Los esfuerzos políticos organizativos para lograr cambios han sido esporádicos en la Costa Caribe después de la experiencia negativa de 1894 uno de esos esfuerzos fue en 1926 cuando  los líderes costeños en la lucha por recuperar su autonomía enviaron al gobierno de los Estados Unidos  la siguiente carta: 

Bluefields Nicaragua 4 de Mayo de 1926

Honorable Andrew J. McConnico

Cónsul de los Estados Unidos de América

Bluefields. 

Señor. Para su debida transmisión al Gobierno de los Estados Unidos de América, nosotros los abajo firmantes pedimos se someta a consideración lo siguiente:
Los nativos y creoles de la Costa Atlántica de Nicaragua anteriormente  conocida como la Reserva de la Mosquitia,   en vista del hecho que el deseo de los Estados Unidos de mantener la vigencia de la Doctrina Monroe  desembocó en la situación que causó la abrogación del Tratado de Managua de 1860 y la toma de control de la Costa Atlántica por parte de l Gobierno de Nicaragua y en vista del hecho que al asumir dicho control entró en vigencia un solemne pacto  entre el Gobierno de Nicaragua  y los Dirigentes de los Indígenas (conocido como la Convención de la Mosquitia y del cual los Estados Unidos eran garantes) La cual fue subsiguientemente ratificado por el Congreso de Nicaragua y convertida en ley de la República; y considerando que el Gobierno de Nicaragua no ha cumplido dichas obligaciones contraídas; considerando que las condiciones intolerables  bajo los cuales hemos estado existiendo desde la destrucción de nuestra administración autonómica ha resultado en la presente situación política local en la cual nos hemos visto en la sin remedio de tener que participar activamente para la defensa de nuestras vidas y hogares, si no por otras razones, por lo tanto respetuosamente solicitamos de los Estados Unidos que nos restablezca al mismo status (bajo los auspicios de Estados Unidos) que obtuvimos antes de la denominada “reincorporación” o para asegurar el cumplimiento de las obligaciones asumidas en la Convención de la Mosquitia por parte del Gobierno de Nicaragua.

Tenemos el honor de ser.
Firmado: George M. Hodgson, Halsted E. Hodgson, George A. Hodgson, Will Halsall, N.P. Bent, Samuel M. Howell, T.P. Bowwie, H.N. Archibold, P.S.Hooker, George A. .Brown, Robert S. . Hodgson, H.W.Tom, Lester V.Coe, H. Albert Byers, Ludwing Ingram, A. Bruce Campbell, Henry Rose, Leroy N. Hodgson, Robert Sheperd, Anna Crowdell, J. Oliver Thomas, A. E. Krause, C. Davis Forbes, Irving Bodden, L.M.Cassanova, John A. Voguel, E. L. Ingram, Vernon Hodgson John Hodgson, A.W. Hooker, Augustus Waters, Charles Miller, Noah Columbus. 
 Las situaciones del Consejo y Gobierno Regional combinada con la actitud poco beligerante de la sociedad costeña en las comunidades  son las que en principio abren un  gran espacio vacío para que el gobierno central pudiera afirmar que no había  interlocutor válido para la RAAS y aprobara decretos como el 76-2004 con la que el 15 de julio del 2004  creara casi en secreto la Secretaria de la Costa Atlántica en la Presidencia de la República con lo cual impusieron como director a una persona de Matagalpa que poco sabe o le interesa la Costa Caribe.   

La situación descrita también  abonó a que  en las zonas de la RAAS en la década pasada, afuera del régimen autonómico algunos dirigentes del PLC  fomentaran el etnocentrismo, la división  e incluso la creación de una región autónoma separada de la RAAS.


Conclusiones:
Una posible reforma a la Ley Electoral actual (sobre lo cual hay varias propuestas conocidas) encaminada a evitar que ningún grupo ejerza hegemonía numérica absoluta sobre los otros  podría enmendar la situación en la cual los costeños quedarían con una autonomía pluricultural que refleje que está hecha para que todos los costeños/as puedan participar en pie de igualdad en las decisiones que tienen que ver con la Costa Caribeña de Nicaragua.

La actual Ley electoral en lo relativo a la conformación de los Consejos Regionales Autónomos combina lo étnico con lo territorial, lo cual es excelente porque ofrece una GARANTÍA al menos de una representación mínima a cada etnia. Pero el énfasis de la ley está dirigido a garantizar la representación de los territorios, independientemente de la etnia de los representantes que son propuestos como candidatos por los Partidos Políticos. La ley reformada debe mejorar el balance entre lo étnico y lo territorial para seguir asegurando la representación territorial pero a la vez garantizar mucho más que una representación mínima a las etnias.

Aunque todos los/las costeños/ñas  aceptaron la ley de Autonomía, los que más se han apropiado de ella e históricamente lucharon y sufrieron por ella son los grupos socioculturales que consideran que el status autonómico mejora las posibilidades de fortalecer su identidad y autoestima. Los que menos se han apropiado, defendido o sufrido represión por la autonomía son los que consideran que en la concreta, con ella no mejoran sus intereses como grupo sociocultural. Definitivamente como  protagonista en la elaboración de la ley puedo asegurar que es incluyente dirigido a fortalecer la identidad étnica y autoestima de todos los grupos socioculturales, precisamente por eso es una autonomía pluricultural basada en la unidad en la diversidad como elemento para lograr la Interculturalidad.


Con relación a la discriminación, el etnocentrismo, la falta de voluntad de apoyar el ejercicio de la autonomía y la voluntad de alentar toda las acciones que fortalezcan la tesis de que la autonomía costeña es un obstáculo para el desarrollo, debo decir que la  autonomía reconoce y fortalece la identidad étnica; respeta las especificidades de las culturas; rescata la historia de las comunidades, reconoce el derecho a la tierra y a los recursos naturales; repudia cualquier tipo de discriminación; reconoce la libertad religiosa, y el derecho de los pueblos indígenas y comunidades étnicas a la participación plena en los asuntos políticos, económicos, sociales y culturales de las Regiones Autónomas y de la  Nación.

La  Autonomía redefine la nación misma, al reformular las relaciones de los distintos integrantes del pueblo y del Estado Nacional. Estas condiciones nuevas permiten el reconocimiento efectivo del carácter multiétnico y multilingüe de la nación y de los derechos históricos de los pueblos indígenas y comunidades étnicas, pero debemos de reconocer que los partidos de derecha en el gobierno desde 1990 no están en disposición de apoyar la autonomía porque está en contra de sus concepciones e ideales.

Con relación a la falta de voluntad de las organizaciones liberales y neoliberales de apoyar el ejercicio efectivo de la autonomía costeña  y la construcción de una nación multiétnica como lo establecen la Constitución Política de Nicaragua y otras leyes del país, también debemos de reconocer que dichos partidos políticos han declarado con claridad que no están de acuerdo con la autonomía, nunca  han establecido la autonomía en sus programas de gobierno o en los estatutos o programas de sus partidos.

Con relación al etnocentrismo de los partidos neoliberales tampoco se puede hacer mucho, siempre han sido de esa manera. Muchos costeños saben perfectamente que no hay posibilidades de lograr apoyo consciente de los partidos de derecha para la autonomía. Ellos están en contra de la autonomía  y en los planes que ofertan al pueblo de Nicaragua no hay ningún compromiso a favor de la misma. Incluso el discurso que utilizan durante las campañas electorales en las zonas de la frontera agrícola (Las Minas, La Cruz, El Tortuguero, Paiwas, Rama, Nueva Guinea, Muelle de los Bueyes, El Ayote, Kukra River, Punta Gorda) para conquistar casi el 100% de los votos mestizos es abiertamente en contra de la autonomía.


La coalición UNO en 1990 estableció en su programa la “integración de la Costa” pero en ningún momento la Autonomía. Los liberales y conservadores lo más que han logrado mencionar es la palabra “integración” Los partidos de izquierda tienen y han mantenido la autonomía costeña como parte de sus planes programáticos partidarios y de gobierno, razón por la cual representan una esperanza para muchos costeños. Los partidos autonomistas deberán de hacer honor a dicha esperanza.

La autonomía costeña no puede ser  la prioridad de ningún partido nacional en nuestro país, porque el 90 % de la población está en el centro y pacifico, pero debe haber alguna diferencia para los costeños entre los que predican abiertamente en contra de ella y los que la han defendido y mantenido una prédica constante a favor de la misma.

La autonomía ha generado excelentes frutos al crear instituciones propias, comunitarias, universitarias, políticas, no gubernamentales y otros frutos  que contribuyen a la gobernabilidad democrática al iniciar la democracia étnica, la cual garantiza a todos los grupos socioculturales un lugar especial en el Consejo Regional, Sin embargo debemos de reconocer el problema que significa para el proceso autonómico que sus más prestigiosos y más preparados hijos e hijas cada vez  muestren menos interés en pertenecer al Consejo Regional, por el desprestigio que ha ganado la institución relacionado con la incapacidad de sus dirigentes de administrar la autodeterminación interna que la ley de autonomía concede y producto también de la habilidad que han tenido los partidos liberales y neoliberales de lograr que sus representantes en los Consejos Regionales jueguen roles en contra de los intereses estratégicos de la autonomía.

 Se necesitará de muchos años de educación en el eje de lograr un pueblo  organizado y con Poder en el ejercicio de una ciudadanía políticamente activa, pero no se podrá lograr, si primero no se tiene un entendimiento claro de las razones por la cual en asuntos políticos las comunidades costeñas son actualmente mucho menos activas que los ciudadanos  en el resto del país.

Ahora después de tres quiqueños de gobiernos centrales anti-autonómicos que han hecho esfuerzos por mantener en su mínima expresión la autonomía costeña que está reconocida en la Constitución Política y otras leyes del país, después de todos estos años de acelerado Avance de la Frontera Agrícola que cada año trae al Caribe a miles de las familias rurales más pobres de todo el resto del país, alentados por el Gobierno Central  y que consideran que la Autonomía es una política en su contra y aumentan la presión sobre los recursos naturales… se han generado propuestas que ofertan un escenario muy variado: existen iniciativas políticas que van desde la independencia total, hasta las de convertir el territorio en departamentos tradicionales como las del resto del país. S

La opción autonómica tiene las mejores posibilidades de convertirse en realidad, tiene una fuerte sustentación jurídica y ahora la ley de autonomía está acompañada de una estrategia de desarrollo para su implementación efectiva. El primer paso significativo de dicha estrategia será la demarcación y titulación de las tierras comunales primero y después la titulación  de las tierras para individuos costeños que practican otras formas de tenencia de la tierra diferentes a la propiedad comunal.


También debo de señalar que algunos grupos de ciudadanos en la RAAS  han trabajado propuestas muy interesantes de reformas a la Ley Electoral encaminadas a promover la Unidad en la Diversidad, aumentar y mejorar la representación numérica de las regiones autónomas en la Asamblea Nacional y de los grupos socioculturales mas pequeños en el Consejo Regional.   Estas propuestas para las dos Regiones Autónomas  han sido bastante discutidas en las comunidades e incluso presentadas ante la Junta Directiva del Consejo Regional de la RAAS.


Johnny Hodgson Deerings